En el competitivo mercado de las bebidas, la diferenciación visual es a menudo el primer paso para conquistar al consumidor. Con cada vez más opciones en las estanterías, las marcas buscan nuevas formas de causar impacto y el diseño grabado en las botellas está ganando cada vez más terreno.
Le Coq presenta ahora una botella rediseñada, con un diseño grabado que promete conquistar tanto a la vista como al tacto. Con detalles en relieve, este cambio no solo enriquece la experiencia visual, sino que añade una dimensión táctil que invita a coger la botella.
El nuevo aspecto fue pensado para reforzar la presencia de la marca en el punto de venta, creando un impacto más distintivo y sofisticado. Más que una actualización estética, esta apuesta va más allá del diseño: la textura grabada crea una experiencia sensorial que comienza en el momento en que el consumidor toca la botella.
En un sector en el que la primera impresión es importante, este tipo de actualización puede ser decisiva para destacar entre la competencia y consolidar el vínculo emocional con el público.
Con su relieve y sus líneas grabadas, que transmiten calidad y atención al detalle, las nuevas botellas de Le Coq refuerzan el posicionamiento de la marca en el universo de las RTDS, proporcionando al consumidor una experiencia que comienza mucho antes del primer sorbo.